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martes, 13 de abril de 2010

Capitulo 3 lagrimas

Capitulo 3
El Angel

Escuchaba ruidos, pero no quería abrir los ojos sentía que si lo hacia la luz me segaría como si hubiera pasado días dormida.
-a que hora va a despertar?- pregunto aquella voz aterciopelada, con un deje de preocupación.
-si enana, a que hora se va a despertar Bella, ya me aburrí- dijo Emmett.
-shh.- los cayó Alice- ya falta poco
Poco a poco pude ir abriendo los ojos, la luz comenzó a molestarme, pero basto con un par de parpadeos para que estos se acostumbraran a la poca luz que se colaba por la ventana.
-estas bien- pregunto Alice.
-si estoy bien – dije haciendo ademan de levantarme, un grave error, ya que la cabeza comenzó a darme vueltas, no tuve mas remedio que volver a recostarme.
-que me paso?- pregunte con los ojos cerrados, eso ayudaba un poco al mareo.
- te desmayaste, por no haber comido- dijo Alice- Oh eso dijo papá.
-yo pienso que fue por los encantos de Eddy- dijo Emmett- nadie se resiste al sexi Edward, claro mientras yo no este presente si no, todas caen a mis pies. Hasta ese momento no había puesto atención Emmett estaba sentado en el sillón junto a mi cama y Edward estaba recargado en la ventana. Gracias al comentario de Emmett sentí como la sangre comenzaba a acumularse en mi rostro y Emm estallaba en carcajadas y yo bajara la mirada.
-estas segura que estas bien.- pregunto aquella hermosa voz lo que provoco que yo levantara la vista de nuevo y ver que ahora el se encontraba a mi lado.
-si- le respondí aun con el sonrojo en la cara.
-bueno como ya despertaste hermanita, yo me voy mi rose ha de estar ya estresada por no estar con ella.- dijo Emmett saliendo de la habitación.
-yo iré por algo para que comas-dijo Alice y también salió.
En la habitación solo quedamos Edward y yo en un incomodo silencio, pero yo no seria quien lo rompería, pasaron los minutos mas eternos de mi vida y Alice no llegaba comenzaba a ponerme nerviosa, mientras que Edward con la mirada me examinaba de arriba abajo.
-Cuantos años tienes?- al fin hablo.
-17 y tu?- pregunte.
-17- contesto.- de donde dices que vienes?-
-Chicago- le dije evitando su mirada.
-Ah y cual es tu nombre completo.- no sabia por que hacia todas esas preguntas, pero yo le contestaba con suma facilidad, como si el y yo fuéramos los mas grandes amigos, como si nos conociéramos de tiempo atrás.
De pronto las imágenes de aquella visión inundaron mi cabeza nuevamente, aquellas imágenes que yo había intentado bloquear con todas mis fuerzas.
“””””FLASH””””””
-Isabella tienes que esconderte-
-quien eres tu?-
-No te hare daño-
-por que me salvaras?-
-eres especial –
-eres mi ángel?-
-quieres que lo sea, lo seré, tu ángel.-
-mi ángel-
“”””Fin FLASH””””
De pronto el dolor comenzó a inundar mi cabeza de nuevo y el mareo regreso, cerré los ojos.
-te encuentras bien? Necesitas algo, agua o algo?- dijo algo alarmado.
-No, estoy bien.- conteste- Isabella Marie Swan.- le conteste a la pregunta que había hecho antes de que comenzara a sentirme mal de nuevo.
Al abrir los ojos pude percatarme que su mirada ahora era algo confusa estaba entre estado de shock, sorpresa, pánico, dolor, y otros sentimientos que no pude descifrar.
-Es verdad eres hija de Charlie- susurro tan bajo como para creer que era verdad, pero aun así me emocione, e l pudo a ver conocido a mi padre, el podría decirme tal vez algunas cosas de el.
-Lo conociste?- pregunte entusiasmada, y enderezándome en la cama.
-si… que diga no, mi padre lo conocía era su mejor amigo, el me ha contado de el.- contesto algo nervioso, aunque no entendí por que.
-Ahh- fue lo único que pude responder, después de todo el no podría ayudarme.
De nuevo la habitación volvió a quedar en silencio y mientras yo miraba la cobija que me cubría sentía la mirada penetrante de Edward mirándome, estaba apunto de hablar cuando Alice volvió a entrar a la habitación.
-perdona por la tardanza es que no sabia si traerte spaguetti o una hamburguesa-
-y que me trajiste- pregunte.
-Las dos cosas, dijo Alice sentándose a mi lado con la bandeja de comida entre sus pequeños brazos.
-Alice no, es mucha comida para mi- le regañe.
-no Bella tienes que comer muy bien si no quieres volver a recaer o desmayarte.
-Oh está bien- le dije mientras tomaba el cubierto y comenzaba comer.
Mientras me llevaba el bocado a la boca me percate de la hora, era tardísimo, me había desmayado demasiado tiempo y a un así me sentía tan cansada. Termine de cenar y le di las gracias a Alice que parloteaba por toda la habitación sobre algunas cambios que le haría y sobre la ropa que compraríamos, Edward solo la miraba aburrido.
-Bueno es hora de que dejemos descansar a Bella- me guiño un ojo mientras se dirigía a hacia mi- mañana hay instituto y debemos dormir- dijo Edward mientras que levantaba la bandeja de mi regazo, por un momento su piel roso la mía y por un breve segundo sentí una corriente eléctrica correr por todo mi cuerpo, lo mire el sonrió y el devolvió la sonrisa.
-dulces sueños Bella, descansa.- dijo con su voz tan aterciopelada, por dios mi nombre jamás se escucharía tan bien como se escuchaba en sus hermosos y carnoso labios.
- Hasta mañana hermanita dulces sueños- se despidió Alice.- si necesitas algo no dudes en hablarle a Edward que estará junto a ti Ok?-
- si Alice gracias pero no daré molestias no te preocupes, ya son suficientes con lo de hoy.- le conteste.- Hasta mañana y gracias por todo les dije antes de que salieran y cerraran la puerta de la habitación.
EL sol se había escondido y ahora el cielo estaba adornado con una esfera plateada, otro día se había ido y yo ahora tenia una nueva familia, que no me desagradaba para nada pero que era muy extraña y muy guapa, definitivamente yo jamás encajaría aquí, si me quedaba seria por encontrar información sobre mi padre.
Rápidamente, me levante de la cama y me dirigí al baño, tome mi cepillo dental y comencé a cepillarme mis dientes, cuando los estaba enjuagando, la luz del baño comenzó a parpadear, mi corazón se acelero y sentía como el sudor se juntaba en mi frente, de pronto la luz dejo de parpadear y se apago por completo, el agua dejo de salir del grifo y el espejo de enfrente se empaño, poco a poco fui distinguiendo que ahora la que estaba en el espejo ya no era mi reflejo ahora era verónica la que se encontraba ahí, en su pequeño rostro pude distinguir una pequeña sonrisa pero esta no le llegaba hasta los ojos, en su pecho la blusa ensangrentada que llevaba el día en que la asesinaron.
-Bella, Los Cullen son muy buenos, no hay mejores personas que ellos, confía en ellos, ellos te cuidaran del hombre malo, no te alejes ábreles tu corazón- dijo vero-En especial a Edward, el te ayudara a resolver muchas cosas pero tienes que sincerarte con ellos antes.-
-cosas sobre que? Como puede ayudarme Edward?- pregunte en un susurro.
-cosas sobre las que has estado buscando por mucho tiempo.- contesto.
-por que Edward?- volví a preguntar.
-solo confía en el- dijo antes de desaparecer, después de eso la luz regreso, el agua volvió a salir y el espejo volvió a como estaba antes, como si nada hubiera pasado.
Seque mi boca la toalla que se encontraba junto al lavamanos y salí hacia la habitación, iba a ponerme mi pijama pero como había estado tan perdida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que ya la tenia puesta, supuse que Alice lo habría hecho ya que yo no recordaba haberlo hecho por mi misma, así que me acosté de nuevo, y me puse a pensar en lo que me había dicho vero, por que Edward me podría ayudar que tenia que ver el en todo esto, quien era el, quienes eran los Cullen, poco a poco fui cayendo a la inconsciencia hasta caer en los brazos de Morfeo.
3ª persona POV
En Londres Inglaterra, en el castillo que se encontraba escondido en el bosque, aquel que solo podran ver aquellos seres con poderes sobrehumanos, se encontraba el Rey Demetri, desesperado por noticas nuevas de su siguiente presa.
-Heidi- Grito El hombre rubio y alto.
-si mi señor?- contesto la hermosa mujer pelirroja con cuerpo escultural.
-ya ha llegado Félix?- pregunto Demetri.
-No mi señor, Feliz no ha llegado.- contesto Heidi.
-Es un estúpido, como se me ha ocurrido mandarlo a el a esta misión?- dijo Demetri reprendiéndose por lo que había hecho.
-No se preocupe mi señor, Feliz llegara pronto.- dijo Heidi acercándose a el con su meneo de caderas acercando su mano al pecho de aquel hombre- yo puedo ayudarlo a que se tranquilice mi señor- ronroneo la pelirroja.
-Hoy no estoy de humor, vete y no regreses hasta que tengas noticas de Félix- le ordeno Demetri.
La mujer decepcionada y rechazada salió dejando la puerta de aquella gran habitación, y solo quedo Demetri y un gran silencio, pudieron haber pasado horas y Demetri seguía en aquella habitación.
-Señor, nos han llegado noticas de Félix- entro un hombre de estatura baja y cabello rubio.
-dime que noticias tienes?- pregunto Demetri.
-el no puede cumplir su misión, lo han matado.- le dijo el chico rubio.
- pero como?... es un idiota no puede hacer nada bien- dijo Demetri molesto y pegándole a la pared causando que esta se cuarteara- saben quien lo mato?- pregunto.
-no mi señor, el que lo mato no dejo ni rastro- dijo el chico.
-ya me canse es hora de ocupar nuestra ultima arma, ella es la ultima opción, solo ella podrá hacerlo bien, Alec tráela ahora- dijo Demetri al chico Rubio.
-si mi señor -contesto Alec, hizo una reverencia y salió.
Mientras tanto en la torre más alta del castillo, se encontraba una joven de cabello negro y lacio que le llegaba hasta los hombros, sus ojos eran negros como la noche oscura cuando no había luna, en ellos te podías perder por siempre y nunca aburrirte de la ternura y a la vez el dolor que en ellos se reflejaba. Su rostro parecía al de una niña pequeña pero su escultural y bien formado cuerpo le hacia verse como una joven de 17 años, ella era hermosa, parecía un ángel, ella tenia 245 años pero ser una criatura mitad vampiro mitad cazador tenia sus ventajas, una de ellas era no envejecer pero a pesar de sus años aun tenia ese toque de una niña y se encontraba peinando a su muñeca Carol, un juguete muy especial y con gran valor para ella.
-No te muevas Carol si no, no podre peinarte- le dijo la chica de pelo negro a su muñeca.
En ese momento la puerta del cuarto de la chica se abrió dejando a Alec frente a ella.
-Mocosa, el señor te llama- le dijo Alec haciendo una mueca al dirigirse a la muchacha.
-En primer lugar mi nombre es greet- dijo la pelinegra aun peinando a su muñeca.- y en segundo quien se cree para molestarme cuando yo estoy peinando a Carol?.- dijo Greet volteando a ver a Alec mientras que sus ojos cambiaban de color negro a un color bronce en el cual se veía furia, la chica apretó sus puños y rompió el peine rosado que tenía en las manos. Greet cerró los ojos y comenzó a contar y respirar acompasadamente hasta que sus ojos volvieron al color natural y dejo de apretar los puños. Volvió a mirar a Alec y le sonrió aquella sonrisa por alguna extraña razón le estremeció, pero no quito su cara seria.
-vamos greet el amo te llama.- le dijo Ale casi escupiendo el nombre, mientras que greet caminaba hacia el pasillo.
Greet iba danzando sobre el pasillo, hasta que llego a la gran habitación donde se encontraba Demetri, abrió la puerta y se encontró con el.
-que es lo que quieres? que me has interrumpido mientras peinaba a Carol- dijo Greet haciendo una mueca con los labios.
-Creo que esa no es manera de hablarle a tu amo- contrajo Demetri.
-Oh por supuesto, Que es lo que se le ofrece al gran amo y señor Demetri- escupió el nombre con sarcasmo.
-Veo que sigues igual que siempre de terca, testaruda y necia, estos años encerrada en la torre no te sirvieron no es así? Supongo que si sigues de esta manera acabaras igual que tu madre, Muerta.- dijo Demetri con una sonrisa en su rostro, Greet solo pudo hacer una gran mueca de dolor al recordar a su madre.
-si esta muerta es por que tu la mataste- dijo greet enojada.
-si la mate querida, fue por que tu madre ya no me serbia de nada ya no era igual de fuerte que antes y ya no la necesitaba aparte de eso por que me traiciono.- dijo Demetri.- por eso la tuve que matar, ahora solo me quedas tu y como eres mitad vampiro, mitad cazador supongo que eres mas fuerte que ella aunque no tanto como lo seria….-dejo incompleta la frase perdiéndose en sus pensamiento- eso aun no te interesa. Pero tengo algo que proponerte. Tu lo que quieres es ser libre no?.- pregunto Demetri hacercandose a la joven.
-Solo quiero largarme de aquí y no volver a verte jamás.- dijo Greet.
-Bien te propongo algo yo necesito que me consigas algo, si lo haces y lo traes estarás libre por siempre te dejare ir con tal después de que me traigas lo que te pediré ya no me serás útil para nada. Encontec que dices aceptas o aceptas?- pregunto dentro.-
-Dime que es lo que quieres?- pregunto greet.
-Es muy fácil. Solo quiero que me traigas a una joven Cazadora la ultima que queda de su raza y la mas poderosa, quiero que la traigas viva hasta mi después de esto te podrás marchar- le dijo Demetri.
-donde esta?- pregunto la pelinegra.
-Ella se encuentra ahora en Forks un pequeño pueblo en el estado de Washington en Estados unidos, tienes que ir hasta aya y traerla no me importa a cuantos tengas que matar la quiero a ella entendido?- pregunto Demetri.
-Si, dime quien es esa chica?- pregunto greet ahora interesada por quien seria la siguiente victima de Demetri.
-Ella es la hija de Charlie Swan el Jefe de los cazadores tiene sangre de cazadora pura, es la mas poderosa que queda, y ahora será solo mía al combinar nuestras sangres se crearan criaturas indestructibles así destruiremos a los vampiros y seremos los únicos seres mas poderoso.- dijo Demetri mientras veía a la nada en algún punto de la habitación y en su cara se dibuja una sonrisa malvada.
-Como se llama la chica?- pregunto Greet.
-Isabella Swan-Contesto Demetri.

1 comentario:

  1. bello!!!!!!!!! briizza mis felicitaciones!!!!!!!! HERMOSO!!! mmm que tendran que ver los vulturis con todo esto eh? ya quiero proximo cap

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