Capitulo #2
Los Cullen Mi nueva familia.
Al entrar en la casa me quede aun mas impresionada era preciosa, pintada de blanco como si fuera sacada de un cuento de hadas, los muebles que la adornaban eran precioso un poco rustico lo que le daban cierto encanto y estilo, la pared de atrás había sido sustituida por un ventanal gigante que dejaba ver una hermosa vista del bosque y un pequeño arroyo que se encontraba en el patio. Era simplemente encantadora.
-familia ya llegamos.- anuncio Carlisle con el tono de voz un poco mas alto para que lo pudieran oír.
Comencé a ponerme nerviosa y miles de preguntas se juntaron en mi cabeza. ¿Me aceptarían?, ¿Qué dirían de mi?, ¿Cómo me van a tratar?, eran preguntas que me golpeaban en la cabeza cada segundo.
De pronto una mujer de estatura media, cabello color caramelo, cara en forma de corazón piel blanca y ojos color bronce iguales a los de Carlisle, se acerco a mi con una gran sonrisa.
-Isabella, bienvenida seas.- me dijo abrazándome, pude sentir en su abrazo que ella al igual que Carlisle estaba muy fría pero no me importo ya que en su abrazo por alguna extraña razón me sentí bien.- mi nombre es Esme, cariño.- dijo y su voz también se me hizo muy cariñosa. Después de que termino de abrazarme sus brazos fueron sustituidos por otros más pequeños pero igual de fríos.
-Bella, que gusto conocerte, soy Alice Cullen tu nueva hermanita.-dijo la pequeña mujercita, cuando se separo de mi pude verla con más claridad, era de baja estatura pelo negro y corto, cada una de las puntas señalaba a un lugar diferente, su piel era blanca al igual que la de sus papás y sus ojos también eran de color bronce, después de que Alice se separa de mi, unos brazos enormes me agarraron y me levantaron del piso dándome una vuelta acto que me tomo por sorpresa ya que no lo había visto venir , así que ahogue un grito de espanto.
-Emmett, baja a Bella en este instante.- dijo una rubia alta.-hola Bella soy Rosalie Cullen, y este grandote es Emmett Cullen.- dijo Rosalie, con una sonrisa, ella era como esas mujeres que aparecen en revistas de moda, y por las cuales tu autoestima baja demasiado, pero a un así te empeñas en comprar, su cabellera era rubia y larga que llegaba hasta su cintura, su piel también era blanca y sus ojos al igual que todos, de ese color bronce que ya se me estaba haciendo muy familiar, el hombre que me presento parecía un levantador de pesas, su pelo era chino de color café y estaba muy corto, en su sonrisa se podían ver dos hoyuelos lo que lo hacía lucir lindo.
-hola Bella.- dijo un hombre igual de alto que Emmett pero menos musculoso, su cabello era del mismo color que el de Rosalie, y su piel y ojos del mismo que el de todos.- mi nombre es Jasper.- me dijo con una sonrisa, pero al mismo tiempo muy reservado ya que el no me abrazo.
Todos los Cullen se me hacían muy raros, yo sabía que todos ellos eran adoptados, pero eso no le quitaba que todos se parecieran de alguna manera, sus ojos, su color de piel, y hasta su temperatura, todos eran muy fríos.
-Donde esta Edward?- pregunto Carlisle.
-Edward dijo que regresaría en un rato- le contesto Esme.
-por lo mientras te mostraremos la casa Bella.- dijo Esme con un tono muy amable.
-gracias y es un gusto conocerlos también.- conteste a todos.
-Bella yo te ayudo con tus maletas donde están?.- pregunto Emmett-
-solo son dos, las que trae Carlisle.- le conteste.
-Genial, eso significa que iremos de compras, para ti.- dijo Alice dando saltitos. Parecía una niña de 5 años a la cual le habían dicho que le comprarían un juguete.
-NO- dije rápidamente- no es necesario.- le dije.
-claro que si Bella, tenemos que ir.- contesto Alice aun entusiasmada- pero mas al rato discutimos eso, ahora veremos tu habitación.- dijo tomando mi mano y guiándome al tercer piso.
Cuando íbamos subiendo, no podía para de preguntarme en como Alice sabia que me decían Bella yo jamás me le había dicho a nadie de ellos que me llamaran así, era la primera vez que los veía.
Como sabes mi nombre Alice?- le pregunte de repente. Ella se paró en seco en las escaleras antes de llegar al tercer piso y me miro algo confundía.
-Bueno creo que todo mundo en esta casa sabía tu nombre Bella.- contesto con una sonrisa.
-no, no me refería a eso.- me explique- si no a que como sabias que me decían Bella?- le pregunte.
-Oh bueno- volteo la cabeza hacia un lado como evitando mi mirada. "Eso no lo vi venir" murmuro demasiado bajo como para creer que había sido verdad, por eso no lo tome en cuenta.- Bueno es que mis papá te conocían desde que eras muy pequeña por eso, y tu mamá Renne te decía hacia de chiquita por lo que nos contaron nuestros padres- al escuchar el nombre de Renne no pude contener en hacer un meuca de dolor. Alice lo noto y se disculpo.- Oh que tonta soy disculpa no era mi intensión hacerte recordar, perdóname- puso una cara como la del el gato con botas en la película de Shrek que alguna vez vi con Verónica, recordarla a ella también me hizo hacer una mueca de dolor, pero aun así me reí por el gesto de Alice.
-Está bien Alice no te preocupes- le dije mientras le daba una sonrisa no muy convincente.
Ella volvió a tomar mi mano y me dirigió a una puerta del lado derecho del corredor enfrente de la mía había otra y me le quede mirando.
-ese es el cuarto de Edward espero que no te moleste dormir en el mismo piso que el.- dijo abriendo la puerta.
-no, no está bien- después de todo lo que habían hecho por mí y molestarme eso no sería correcto.- pero quien es Edward?- pregunte-
-Oh Edward es nuestro otro hermano, pero no está tuvo un compromiso hoy por eso no esta aquí pero no tarda en llegar y lo conocerás.-
Cuando entramos me percate de que Esme ya estaba en el cuarto supuse que había llegado mientras nosotras platicábamos en las escaleras.
-Bueno corazones yo ya arregle tu cama las dejo para que se conozcan mejor, Alice querida explícale todo por favor- dijo Esme con su sonrisa muy linda.- después bajan a cenar, corazones, y Bella de nuevo bienvenida, siéntete como en tu casa corazón, y aquí estoy para lo que sea, no quiero que me veas como una mamá nueva porque se que jamás ocupare ese lugar pero si como una amiga, cariño todos te queremos.- dijo Esme dándome un beso en la frente.
-y a mí que?- repuso Alice, cruzándose de brazos y inflando sus cachetes, ese gesto se me hizo muy gracioso por lo que solté un risita.
- a ti también te quiero, preciosa- y le dio también un beso y se marcho dejando la puerta cerrada.
-y bien comencemos a ordenar tu ropa- dijo Alice mientras se levantaba y abría las puertas del armario que estaba en la esquina del dormitorio, no fue hasta ese momento en que me percate de cómo era, también pintado de blanco, la cama era muy grande, y a cada lado había, un esquinero con una lámpara el del lado izquierdo y un reloj el del lado derecho. Justo frente a la cama había un tocador con un espejo y un banquito enfrente, sobre el había un peine, y una caja de perfume esta ultima estaba envuelta con un moño de color azul, Me dirigí a el como si me estuviera llamando la caja tenía el nombre de Midnight Fantasy de Britney,, lo tome en mis manos y le pregunte a Alice.
-Alice que es esto?- enseñándole el perfume.
-Oh que tonta lo había olvidado- dijo mientras se daba unas palmaditas en la cabeza- es un pequeño regalo de bienvenida de mi parte.- dijo con una gran sonrisa.
-Oh Alice no tenias por que hacerlo.- le conteste mientras sentía como la sangre comenzaba a subir a mis mejillas.
-No es nada, anda ábrelo- me animó.
Yo quite cuidadosamente el moño azul y abrí la caja con cuidado para que no se me fuera a caer con mi mala suerte todo podía pasar. Tome el pequeño franco azul en mis manos y lo destape rocié un poco en mi muñeca y lo olí, era un olor dulce, no muy fresco pero tenia una sensación exquisita.
-y bien te gusto?- pregunto Alice.
-Si Alice huele muy rico, gracias.- la abrase, no la conocía muy bien pero sentía que ya había encontrado a una amiga.
-bueno es hora de acomodar tu ropa.- dijo mientras abria mis maletas.
Fuimos sacando prenda por prenda, Alice con cada una hacia una mueca y decía que la tirara, obvio yo le decía que no, terminamos rápido de acomodar la ropa ya que no era mucha, Alice y yo nos sentamos en la cama y nos pusimos a platicar y a contar cosas.
-Bella definitivamente iremos de compras- dijo mientras ponía mis maletas dentro del armario.
-Alice ya te dije que no, no es necesario.- le conteste sentándome junto a ella.
-si iremos para la próxima semana y no acepto un no.- me contesto con tono serio.
-Oh esta bien.- dije resignada, tenía poco tiempo de conocer a Alice en realidad unas horas pero ya sabia que discutir con ella no era necesario siempre terminaría ganándome.
-bueno, mañana comienzas el instituto- comento.- claro no iras sola nosotros también iremos contigo.-dijo dándome una sonrisa.
-si Carlisle me comento algo, pero no me dijo que iría mañana.- le conteste.
-si iras a partir de mañana.- me dijo, estuvimos en silencio por un momento, no era incomodo, se sentía bien.
-Cuantos años tienes Alice.- pregunte.
-17- contesto- y tu?-
-igual 17- le conteste- y los demás, me refiero a Rosalie, Emmett, Jasper y Edward, cuéntame de ellos y de ti Alice.
-Bueno Rosalie y Jasper son gemelos, tienen 18 al igual que Emmett, Edward y yo tenemos 17, Rosalie y Emmett son novios, como lo somos Jasper y yo.- dijo en tono casual yo no sabía qué cara poner en ese momento, sabía que no eran hermanos biológicos pero aun así era raro escucharlo.- si se lo que estas pensando pero, nuestros padres nos dejan, y no somos hermanos de sangre, contesto en el mismo tono.
-Oh- fue lo único que se me ocurrió.
- y tu Bella dejaste algún novio por allá?- pregunto Alice en tono pícaro y empujándome levemente con un hombro.
-no Alice, no deje a ninguno-le conteste en tono serio
-Ah que bien- contesto.
-Bueno es hora de bajar a cenar ya es tardísimo, y tenemos que acostarnos a dormir, para mañana ir al instituto- dijo Alice jalándome del brazo e ir a la cocina.
-Oh por cierto Bella el baño es aquella puerta- dijo señalándome la puerta contraria a la del armario
-gracias- respondí.
Al llegar a la planta baja, pude ver en la sala a Emmett con Rosalie abrasándose en un sillón, a Carlisle en otro y a Jasper en otro, mirando un partido de fútbol americano.
-Donde esta mamá- pregunto Alice
-En la cocina- respondieron todos a la vez, pero sin despegar los ojos del partido, Alice rodo los ojos y se dirigió con migo a la cocina.
Al entrar en la cocina me llego un olor riquísimo a Espagueti hasta entonces no me había percatado de que tenía mucho hambre en mi estomago se revolvió algo y hizo un pequeño sonido.
Baje mi mirada avergonzada y cuando la volví a levantarla me percate que Esme no estaba sola en la cocina y un par de ojos bronce me miraban también, mi mirada se cruzo con la de el dueño de esos hermoso ojos que aunque eran idénticos a los de todos los Cullen estos tenían cierto encanto, el dueño de esos ojos era muy guapo no muy alto como Emmett pero si más que yo, su piel era blanca como la de todos los demás y su cabello era color bronce al igual que sus ojos lo tenía todo despeinado lo que lo hacia lucir demasiado sexi.
-Bella, el es Edward mi otro hermano.- presento Alice.
-Hola Bella mucho gusto.- me dijo Edward con una sonrisa que dejaba sin aliento a cualquiera y tomando mi mano y dándole un beso sentí como la sangre volvió a acumularse en mis mejillas pero no tuve tiempo de volverme a sonrojar mas, ya que una visión muy extraña me invadió.
++++++++++++++++++++++++ Visión++++++++++++++++++++
Año 1924
-Mamá que pasa-pregunte muy asustada.
-Isabella, tienes que quedarte aquí, no te muevas hasta que yo venga por ti- dijo mi madre muy alterada.
-pero a dónde vas?- volví a preguntar.
-Isabella tienes que esconderte no puedes salir de aquí hasta que yo venga por ti, me prometes que lo harás?
-Pero Madre yo…
-Isabella ¿me lo prometes?-insistió mi mamá esta vez molesta. Asentí asustada.
Me metí debajo de la cama, escuche la puerta de casa abrirse y luego cerrarse, reprimí el llanto mientras luego o recuerdo en qué momento me quede dormida…
Desperté asustada, desorientada pero sobre todo atemorizada, mi madre aún no había regresado. Oí la puerta abrirse pensé que era mi madre, intente salir pero luego vi unos zapatos de hombre justo debajo de la cama, me lleve las manos a la boca para no gritar.
Las lagrimas corrían por mi rostro… estaba perdida. Si hubiera sido mi madre ya hubiese dicho mi nombre, pero no… no era ella.
-Shhh, no me tengas miedo-dijo la persona de los zapatos negros.-Ven rápido, no hagas ruido te lo suplico.
Había algo… algo que me inspiraba confianza en aquella dulce voz, Salí de debajo y mire hacia la persona de la voz tan dulce. Quede maravillada por su belleza, era impresionante. Parecía un ángel.
-¿Quién eres tu?- pregunte desorientada
-Alguien que no te hará daño te lo prometo- su voz parecía un canto celestial
-¿Por qué me vas a salvar?-dije retrocediendo cuando él se iba a acercar a mí.
-Eres especial-respondió el entre susurros mirando hacia todos los lados, como si alguien estuviera persiguiéndole o buscándole.
-Lo soy?-respondí aun incrédula.
-Shhh, sí que lo eres ahora habla más bajito te lo ruego-dijo el cargándome entre sus fríos pero reconfortantes brazos.-Eres especial por que tienes poderes, y además por que te quiero y mucho.
-Ah y cuales son mis poderes-respondí ansiosa, el me puso uno de sus largos dedos en mis labios, eran fríos, fríos como el invierno.
-Los averiguaras muy pronto, te juro que así será… ahora debemos irnos Isabella, no tenemos mucho tiempo.
-Eres mi ángel no es cierto? Tú me vas a cuidar y no te marcharas nunca ¿no es así? Yo no quiero que te vayas.
-¿quieres que sea tu ángel? ¿Yo? Entonces lo seré si eso te hace feliz mi pequeña, soy tu ángel-rio el musicalmente mientras depositaba un beso en mi frente.-Soy tu ángel.
-Mi ángel-susurre mientras sentía mis parpados demasiado pesados, después todo se volvió negro y yo caí en la inconsciencia.
Bueno aqii el otro capitulo de lagrimas espero les guste attO: briiza